veinticinco de octubre | mor II y fin

No sé si se habrá acabado hoy pero tiene toda la pinta. Bueno cuando se terminó verdaderamente fue ayer. 4 citas: una cena, cervezas hablando de todo y nada, monologo en el teatro y película en su casa. Ahí fue cuando lo poco que había murió. Me dijo, vete a dormir a tu casa y así hice. No hice nada. Solo irme. Sin remolonear. No puse excuses. Le bese los pechos y me fui.

Al día siguiente le pregunté que por qué no me dejó dormir en su casa y todo estalló como una bomba. Sin gritos pero si con silencios. Que son todavía peores. Me dijo que me estaba conociendo y que por cosas como esta no se abría a la gente. Supongo que se habrá vuelto a cerrar. Y está claro que yo no tengo la llave.

Está mañana le envié una foto y su respuesta fue: ok. Hay pocas respuestas peores que un ok. Es curioso, cuando empecé a conocerla pensé: Jo, me gusta de verdad, va a ser una pena cuando nos separemos… lo que nunca pensé es que hubiese sido tan rápido. Un par de semanas. Me hace ponerme triste, pero supongo que tendré que seguir hacia delante pero no paro de mirar el móvil a ver si me ha escrito. Ya perdí la cuenta de cuantas veces he mirado el móvil con tanta ansia por ver si esa persona había escrito. Y lo curioso es que nunca nadie escribió. Supongo que debería dejar de mirar esperando encontrar algo. Supongo tantas cosas y encuentro tan pocas…

Hoy le pregunté a un amigo mío que la conocer a ver qué me decía: dijo que era buena chica y que tuviese paciencia. Claro, él no sabía que el ciclo había llegado a su fin.

Es curioso, es la segunda persona que se va sin decir adiós.

No lo haré muy bien.

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