Es curioso cuando dos personas se conocen. Yo creo que cuando esto pasa, se le muestra a la otra persona la obra que tienen dentro. Todos tenemos una obra dentro de nosotros. Unas personas enseñan al otro su obra, un cuadrado rojo o una simple suma. En cambio, la otra persona muestra una obra compleja, hermosa, difícil de entender y sobre todo, difícil de enseñar porque este tipo de personas suelen tener miedo a enseñar su obra.
La persona con la obra simple mirará estupefacto sin entender absolutamente nada. Y no solo no pondrá interés en entenderla, sí no que se irá. Y la otra persona se pondrá triste, guardará su compleja obra y recordará porque nunca la enseñaba.
Querido aliado de la lluvia, no enseñes lo que tienes dentro. Lo creaste tú y solo tú puedes verlo. Es mejor que crean que tienes un cuadrado rojo dentro de ti, porque ¿sabes qué? Siempre podrás volver a casa y ver lo que tú mismo creaste.
Nunca reveles cómo eres realmente. La gente no lo entendería.