diecinueve de marzo | comercial II

Por fin llegó el ansiado jueves después de semana santa. Joder que nervioso estoy. He venido en moto por lo que no me ha supuesto mucho esfuerzo. En metro es más de una hora con varios cambios de línea y todas esas mierdas. Dios, espero estar guapo. Y oler bien. Que tonto eres a veces. Tienes la cara que Dios te dio, ni más, ni menos. Me he puesto mi abrigo de paño azul con mi camiseta blanca. Estaré guapo. Seguro. En momentos como estos, en donde la tía de tus sueños está a punto de salir por la puerta lo único que tienes que hacer es auto motivarte. Estas súper bueno, eres gracioso e inteligente, que eso es lo que les gusta. A parte te has preparado todo lo que le ¡me cago en la puta! Ya está aquí… joder que buena está. Más que buena, me pone cachondo. Ahí viene con sus andares insinuantes y esa cadera que me encantaría agarrar. Que sonrisa, si es que me derrite.

  • Hola
  • ¡Hola! ¿qué tal?
  • Muy bien, ya era hora de que salieses…
  • Si hijo, ya sabes cómo es esto.
  • ¿Dónde vamos? Al Non no puedo porque paso de ver a nadie la verdad…
  • Te entiendo, vamos a otro que conozco yo.

En mi vida había olido algo así… seguramente se haya metido en el baño y  duchado en perfume pero que cojones, me encanta. Adoro los perfumes en las mujeres, son como anestesiantes que te dejan drogado como a un tonto. Pueden vencerte solo por cómo huelen. Pueden dejar tus defensas por los suelos y llevarte a su terreno. Ahí es donde te despiezan y se comen cada pedacito de ti ante tus ojos mientras aún tienes vida… y eso a es lo que aspiro.

Cuando nos sentamos empecé con mi minucioso análisis de absolutamente todo. Su cara. A pesar de haber estado trabajando y tener esa brillante capa que se crea debido al maquillaje y sudor, estaba preciosa. Sus cejas, tan arqueadas al hablar, sus ojos, tan redondos y lo que más me gusta, su boca, con esa mandíbula. Como me gustaría besarla. Su cuello, tan terso, su escote, joder que zorra, no se ha puesto escote en  meses y se lo pone hoy. Como cruza las piernas, es una auténtica arpía capaz de desintegrarte con solo pensarlo.

Ella ya había empezado a hablar y mi piloto automático estaba funcionando perfectamente, como es de esperar después de tanto entrenamiento. Han sido demasiados marrones como para que ahora me comience a fallar, pero bueno, ese es otro tema, voy a desactivarlo y a ver por dónde anda esta samurái de las ventas.

  • Entonces… das ponencias a los alumnos de universidad.
  • Sí, así es, les enseño cómo hacer una carta de presentación, como hacer una buena entrevista, ya sabes, venderse un poquito, aunque… a ti, ¿qué te voy a contar?
  • Pues sí, que me vas a contar.
  • Es curioso que lleves 11 años en el mismo puesto… –llevar 11 años haciendo lo mismo no tiene que ser nada fácil, sobre todo en esa puta jungla.
  • El tiempo pasa volando…
  • El tiempo no vuela, vuela la rutina, las putas tareas de mierda o tu misma mesa en la oficina, pero el tiempo sigue siendo el mismo.
  • Ya me entiendes…
  • No, no te entiendo –a ver por dónde me sale con esta contestación tan áspera.
  • ¿Perdona? –pues vaya respuesta de mierda me ha dado, al menos ha arqueado las cejas como a mí me gusta
  • Era broma mujer, no te enfades… me gusta lo que haces con las cejas, te hace más cara de niña…
  • Javier, mucho peligro es lo que tú tienes. –si ella supiese el peligro que tengo o mejor dicho, todo lo que le haría sin ningún tipo de compasión no estaría ahí sentada.
  • Si soy un bebe cariño, no tengo ningún tipo de maldad.
  • Yo no diría eso. Se te muy espabilado…
  • Que va, no lo soy para nada. Parezco avispado y eso pero luego soy un pringado
  • No te creo… no tienes pinta de ello.
  • Pues sí, lo soy. Me cuesta mucho enterarme de las cosas aunque parezca que no. Aparte con las chicas… vamos es que ni pagando…
  • ¡¿Pero qué dices?! Vamos eso sí que no jaja
  • De verdad te lo digo… soy súper torpe con las chicas. Se me da muy mal ligar porque tampoco le pongo interés. Soy bastante apático en ese tema. Con los años te das cuenta de que prefieres estar solo antes que tener que aguantar tonterías…
  • Ya… con los años te vuelves más selectivo. –curioso que ella sea la segunda persona que me diga lo mismo….
  • No creo que sea selectivo, bueno no sé. La gente prefiere estar mal acompañada antes que estar sola. No se soportan ni se aguantan pero tienen miedo a terminar viejos sin pareja y eso que te hablo de gente joven. –su cara me expresaba aceptación. Su lento movimiento de cabeza con la mirada perdida hacia abajo me estaba dando toda la razón.
  • Pues si Javier. Tienes toda la razón. Pero qué le vamos a hacer, la vida es así y no hay más. ¿y no has intentado volverte a Granada? –mierda. Croqueta mortal. No solo ha confirmado que es de las que prefiere tragarse sus propias vísceras cada mañana al entrar al trabajo durante 10 años sí no que también lo hace cada día al despertar y ver a su obligación de pareja. También ha cambiado de tema por lo que no había mucho que hacer. Pero la cosa no iba a acabar ahí.
  • Pues no. Porque allí no hay nada. Ya sabes… el sur… una pregunta. ¿Tú creas?
  • ¿Cómo?
  • Que si creas. ¿creas cosas?
  • No te entiendo Javi.
  • Para mí, lo más importante es crear. Crear una canción, un texto… lo que sea. Una receta. Por muy mal que esté hecho o no sirva para nada, hay que crear. Hay que crear cosas en este mundo. cosas únicas y que solo sean tuyas.
  • Ya pero no es tan fácil.
  • Sí que lo es. Como te digo, no tienen por qué ser obras maestras. Solo cosas que tú misma hayas creado de la nada y a ti te gusten. Son como pequeños hijos que has creado de ti misma con cariño y no son para nadie más que para ti.
  • Eres más maduro de lo que pensaba…

Ahí es a donde quería llegar. Demostrar que soy maduro, con la cabeza sobre los hombros pero a la vez capaz de despertar su apetito salvaje y venirse a lo prohibido conmigo.

Deja un comentario