En mi trabajo, antiguo trabajo porque ya no lo tengo, había una chica. Empiezas por no saber cómo llamarla, si chica o señora. Pelo corto, culo prieto, estatura media y lo más importante, una puta boca que me vuelve frenético. Yo siempre la miraba pero la miraba sin más. Estaba buena y fantaseas con tenerla pero todo cambió cuando ella también me empezó a mira a mí.
Que hija de puta. Clavaba sus preciosos ojos en mí sin parpadear. Dios que mirada. Me ponía nervioso, me hacía sentir mal. Hasta llegué a pensar que me miraba con odio y eso me excitaba aún más. Recuerdo una vez en el comedor que se sentó, dos o tres filas de mesas delante de mí, clavó sus ojos en los míos y no paró hasta que hizo irme. Sí, me hizo huir como un conejo asustado.
El día que no me renovaron, o me echaron a la puta calle según lo mires, fui despidiéndome de todos y cuando llegué a su departamento la vi allí sentada, de espaldas. Podría haberle atacado como un leopardo a su presa. Acariciarle el cuello con la mano, girarla lentamente y comerle la boca sin compasión. Pero lo único que hice fue decirle hola.
Todo fluyó, me dio su tarjeta, me dijo que mucha suerte y que la agregase al linkdin. Ella se quedó. Y yo. Yo me fui.
Como me comí la puta cabeza en mi casa. ¿Por qué miraba tanto? ¿Por qué me dio su tarjeta al momento de decirle que me iba? ¿Será porque es comercial y lo lleva en las venas? No lo sé pero voy a averiguarlo.
Me he ido a una cafetería con papel y boli. Más bien con el ordenador porque mi letras es una mierda. Dios que putos nervios. Voy a llamar. Eso es querido amigo. Voy a llamarle. Esperaré a las 18:30 para que no tenga a ningún trabajador a su lado y no tenga problema en hablar. Aunque el que tiene el problema para hablar ahora mismo soy yo. Me va a dar un puto infarto y encima las cervezas que me he tragado no ayudan demasiado. Bueno que le follen, voy a llamarla.
- ¿Sí?
- ¿Cristina? Soy Javier, de recursos humanos, no sé si me ubicas.
- Si, si, dime. Que pasaste hace poco para despedirte ¿verdad?
- Exacto, ¿Qué? ¿Cómo va el lunes?
- Pff regular, los lunes siempre van regular, muchas cosas que hacer.
- Y más aún en la jungla, que así le llamo yo a ese sitio.
- Pues si hijo pues sí. Y bueno ¿qué tal te va?
- Pues nada, tengo un par de entrevistas, una mañana y otra pasado de comercial…
- ¿Comercial? Evita eso a toda costa…
- ¿Sí? ¿y eso?
- Porque te encasillan… al fin y al cabo solo vendes, un jersey, un curso de formación, lo que sea…
- Entiendo entiendo… oye mira, te llamaba por una cosa. Yo aparte de mi trabajo normal, participo con asociaciones como la Caixa, cruz roja, etc y aparte doy ponencias en la universidad de Granada que es de donde soy yo. A los alumnos pues le enseño un poco a cómo salir al mundo laboral, hacer una entrevista, hacer un cv, etc. y también me gusta hablarles un poco de los perfiles, bueno personas, más interesantes que he conocido y esa eres tú. Llevas 10 años trabajando y seguro que me puedes enseñar un montón de cosas así que no sé si te gustaría tomar una cerveza o algo..
- Si claro. Por supuesto. Pero…. Ya después de semana santa. Podemos quedar por aquí al salir del trabajo un jueves y vemos lo que quieras.
- Por mi perfecto, como yo tengo más disponibilidad que tú, me muevo yo si quieres. O si lo prefieres en fin de semana pero vaya que como no te conozco no sé si tienes niños ni nada….
- Pues eso, quedamos por aquí un jueves y nos vemos con calma, además seguro que podemos llegar a un acuerdo con tus alumnos y los cursos…
Después de hablar unos cuantos minutos en total, 10 justamente, colgamos.
Hija de puta…. Como me ha saltado ante la trampa de fin de semana y de los niños…. Y aparte, cariño mío, yo no quiero estafar a estudiantes vendiéndoles cursos de mierda, si no empotrarte lo más fuerte posible….
Le he escrito al whatsapp y no ha contestado, no sé si porque no lo ha leído o porque ha pasado directamente…
Lo bueno de salir del fango es que ya no estás de mierda hasta el cuello.
Lo malo, es que hueles igual que siempre.