diecisiete de febrero superior

Odio mi trabajo. Sobre todo a mis superiores. No son ni mis jefes ni mis responsables. La palabra es superiores. Entes sin escrúpulos, vacíos de todo, llenos de nada. Su única función es aparentar ser superiores a ti. La última palabra es suya. La agonía tuya. El mérito es suyo. Las lágrimas… ya sabes de quien son.  Tu ánimo se va cuando ellos vienen. No hay opiniones, ni carisma. Solo sublevación antes sus órdenes sin sentidos ni cometidos. ¿La paz? Para los ausentes. Los ausentes que un día despertaron de su letargo y decidieron irse a morir a otro cementerio. A otra razón social con mejores vistas.

 

No te sientas mal cuando la muerte te alcance, si cuando pudiste correr, decidiste terminar el informe…

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